lunes, 21 de febrero de 2011

México seguirá con las alas caídas

• EMPEQUEÑECIDA, MEXICANA DE AVIACIÓN ES ENTREGADA HOY A SUS NUEVOS DUEÑOS
• PIERDEN EL PAÍS, EN PRESENCIA AÉREA, Y LOS BOLSILLOS DE LOS VIAJEROS

Hace cinco años, los mexicanos contemplaban con incredulidad y satisfacción una creciente competencia de las aerolíneas en el país que ofrecía una diversidad de alternativas y precios cada vez más bajos. No fueron pocos los que, ante este panorama, se subieron por primera vez en un avión.
La crisis económica internacional, pero sobre todo la incompetencia de varios de los empresarios nacionales, acabaron con ese bondadoso panorama para los consumidores. La salida del aire en un periodo corto de Aerocalifornia, Alma de México o Aviacsa se vio coronada por la de Mexicana de Aviación (http://bit.ly/9oJfoq), luego de una desastrosa administración del empresario hotelero Gastón Azcárraga.
Hoy los precios de vuelos nacionales e internacionales se han encarecido más de 20% en unos meses, en contra del interés de los consumidores.
En este contexto, hoy se entrega el control de los restos de Mexicana de Aviación a PC Capital, que ha anunciado la creación de la controladora PC Aviación. Detrás de esta operación empresarial están hombres de negocios nacionales y extranjeros: los mexiquenses Alejo Peralta Terán –sobrino de Carlos Peralta Quintero, quien tuvo una gestión nefasta y efímera con la aerolínea Alma de México— y Alejandro Monroy, acompañados por los españoles Ramón Vila y Rubén Vila Garcíasordo y el brasileño-colombiano nacido en Bolivia Germán Efromovich. De todos, será Efromovich quien aportará el expertise aéreo, adquirido con el control de la colombiana Avianca, la centroamericana Taca y su participación en la mexicana Volaris.
¿Qué se puede esperar de esta decisión? El objetivo de los nuevos socios de Mexicana es convertir a la empresa en una “aerolínea internacional de bajo costo”, operando menos de un tercio de la flota y las rutas que ya tenía la empresa. No contemplan una gran inyección económica, sino un comienzo apresurado y modesto que no asegura la recuperación para las aerolíneas nacionales del segmento que hasta hace tres años tenía en la oferta de vuelos desde México o hacia México.
¿Qué hay detrás de la impericia empresarial, desastrosa para las aerolíneas nacionales? La carencia de un plan estratégico gubernamental que asegure una correcta supervisión por interés público. Desde el sexenio de Ernesto Zedillo, los últimos tres gobiernos federales han fomentado el surgimiento caótico de aerolíneas sin contar con una visión nacional de largo plazo. Y por lo que puede anticiparse, no la habrá en los 21 meses restantes de la administración del presidente Felipe Calderón.
México seguirá de alas caídas en el transporte aéreo, y los viajeros tendrán que seguir pagando las consecuencias de una mala gestión del sector.

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