miércoles, 23 de febrero de 2011

¿Tenemos derecho a saber qué hacen nuestros gobernantes?

• LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS INFORMÁTICAS HAN POTENCIADO DRAMÁTICAMENTE EL ACCESO A DATOS QUE ANTERIORMENTE NO SE CONOCÍAN
• VIVIMOS UN TIEMPO DEFINITORIO EN EL ESTABLECIMIENTO DE CRITERIOS: QUÉ SÍ Y QUÉ NO DEBEMOS SABER LAS PERSONAS DE LOS ÓRGANOS DE PODER

Una amiga me cuestionó esta semana por haber resaltado en redes sociales la noticia de que el embajador de Estados Unidos en México manifestara a Washington su preocupación porque los grandes grupos económicos nacionales, como los de Carlos Slim y Ricardo Salinas Pliego, ejercían presión efectiva sobre el gobierno para influir a su conveniencia en la aplicación de leyes, según revelaron varios medios de comunicación a partir de un cable filtrado por Wikileaks.
“¿Cuál es la novedad”, me preguntó mi amiga en Facebook.
La pregunta me puso a reflexionar cómo responderle. Muchos mexicanos creen que esa dominancia es conocida e irremediable. Esa noción de influencia desmedida de los grandes corporativos en la vida nacional ya es parte de la cultura política de México. La labor de filtración de comunicados estadounidenses propiciado por Wikileaks nos ha permitido “asomarnos sobre el hombro” de diplomáticos de ese país, accediendo extrañamente a lo que le preocupa a los poderes públicos en Estados Unidos y el resto del mundo. Se trata de textos que quienes los escriben y los reciben no contemplaron que algún día serían de conocimiento público. Ésa es la novedad.

SIGLO DE DEFINICIONES

El fenómeno mundial de trascendidos de Wikileaks ha actualizado un debate sobre el derecho a saber de las personas. ¿Podemos aspirar a conocer más detalles de cómo los gobiernos, los corporativos empresariales o las instituciones sociales cuyas decisiones afectan nuestras vidas deciden y operan? ¿Wikileaks es un ejemplo de libertad de información o, por el contrario, de actividad perversa? ¿Es posible pensar que las informaciones sobre actividades diplomáticas sean públicas?
En el caso del lote de documentos entre embajadas y el Departamento de Estado, que ha estado alimentando desde hace un par de meses a medios informativos y, en consecuencia, afectando las relaciones entre la Unión Americana y el resto de los países, lo novedoso no necesariamente está en lo que dicen, sino en quiénes y cómo lo dicen. Y si hubiera duda, habría que leer la entrevista exclusiva que el presidente Felipe Calderón otorgó a El Universal, en la que manifiesta su molestia contra los dos embajadores estadounidenses que le han correspondido desde que vive en Los Pinos.
Más allá de los enojos, los resentimientos y los bochornos diplomáticos es probable que los gobiernos tomen la experiencia con Wikileaks para afianzar su control y seguridad de las comunicaciones intragubernamentales. Para los ciudadanos, lo más importante es aprovechar que las nuevas tecnologías informáticas, de telecomunicaciones y mediáticas, permiten conocer la trastienda de los órganos de poder: fragmentos de diálogos, opiniones no censuradas sobre sus actividades.
Hoy hubo en Madrid un interesante debate entre los directores de los cinco medios de comunicación globales que originalmente tuvieron acceso a los archivos de Wikileaks: The New York Times, The Guardian, Der Spiegel, Le Monde y El País. Dos de ellos aseguraron que este siglo será fundamental en la batalla por definir los criterios de acceso público a la información sobre los órganos de poder.
Si es el caso, cada uno de nosotros está convocado a participar para, sin menoscabo de los datos que por razones de seguridad deben preservarse en discreción, el resto pueda estar al alcance del interés particular.
Ningún gobierno o entidad de poder nos va a conceder ese acceso si nosotros no defendemos nuestro derecho a saber.

lunes, 21 de febrero de 2011

Las elecciones de 2012, escenario de una vieja rivalidad de ex amigos

• CAMACHO Y SALINAS CRECIERON EN LA POLÍTICA COMO AMIGOS Y ALIADOS. HOY CULTIVAN SUS FUERZAS COMO ANTAGONISTAS.
• A TRAVÉS DE DE LAS ASPIRACIONES DE EBRARD Y PEÑA NIETO, AMBOS ACTUALIZAN UNA VIEJA Y PROFUNDA RIVALIDAD

Dieciocho años después, México se encamina a una espectacular revancha en la enemistad de dos de los estrategas políticos más lúcidos y pragmáticos del país: Carlos Salinas de Gortari y Manuel Camacho Solís.
Amigos por años, como ambiciosos jóvenes con posgrados en el extranjero y apasionados por la política que arribaron en 1988 al poder con el cuestionado triunfo de Salinas, compartieron el compromiso de mantenerse unidos para transmitirse la Presidencia de la República por más de un sexenio. Sin embargo, en 1993 sufrieron un desencuentro del que no se recuperarían hasta ahora, y por el que ambos operan para vencerse en 2012.
Aunque todavía faltan episodios previos y la solución de muchas circunstancias, ambos se encaminan a disputarse la Presidencia de la República. Será su gran y anhelada revancha.

Anhelos para 18 años

Con Luis Donaldo Colosio, Raúl Salinas de Gortari, Emilio Lozoya y Patricio Chirinos, Carlos Salinas y Manuel Camacho formaron un sólido clan político dentro del Partido Revolucionario Institucional (PRI) con la expectativa de alcanzar el poder. Ganaron la candidatura presidencial del partido para Carlos Salinas y, en un proceso electoral ensombrecido por las dudas, se alzaron con el control casi absoluto del gobierno federal.
Cómplices en las aspiraciones políticas, conformaron el Grupo Compacto, con el objetivo de extender su dominio por otros 12 años en el poder. El pacto se rompió el 23 de noviembre de 1993, cuando se proclamó a Colosio como candidato del PRI a la Presidencia. Manuel Camacho se negó a felicitarlo, expresó públicamente su enojo por no haber sido el elegido y renunció a la jefatura del Distrito Federal.
En una secuencia vertiginosa, Salinas nombró a Camacho secretario de Relaciones Exteriores, pero unas semanas después volvió a renunciar con el alzamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) para convertirse en comisionado para el Diálogo de la Paz en Chiapas. Colosio, en una campaña que sufrió por destacar, intentó elevar su perfil con un discurso en la sede del PRI, el 6 de marzo de 1994:
“Veo un México con hambre y con sed de justicia. Un México de gente agraviada por las distorsiones que imponen a la ley quienes deberían de servirla. De mujeres y hombres afligidos por abuso de las autoridades o por la arrogancia de las oficinas gubernamentales”, dijo Colosio, quien dos semanas después fue asesinado en Tijuana.
Luego del sepelio, Ernesto Zedillo Ponce de León, coordinador de la campaña de Colosio, fue nombrado candidato sustituto del partido tricolor. Al final ganaría la elección presidencial.
El Grupo Compacto se convirtió en grupo fracturado.

Empollan presidentes

Durante el sexenio de Zedillo, Salinas y Camacho se retiraron de la política activa. El primero se refugió en Cuba y luego en Irlanda, agraviado por la detención y encarcelamiento de su hermano Raúl por evidencias de enriquecimiento inexplicable.
Camacho salió del ostracismo en 1999. Acompañado por su pupilo Marcelo Ebrard formó el Partido del Centro Democrático, que apenas alcanzó 0.6% de la votación de las elecciones presidenciales de 2000. Tres años después se afilió al Partido de la Revolución Democrática (PRD), convirtiéndose en estratega de Andrés Manuel López Obrador, quien aspiraba a buscar la Presidencia de México en 2006.
Luego de este proceso electoral, Salinas se instaló en México, y gradualmente se colocó como el alma del futuro político del gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto para convertirlo en la opción fuerte del PRI para las elecciones presidenciales de 2012. Camacho, al tiempo que asistía a las labores de protesta de López Obrador, fortaleció a Ebrard hasta llevarlo a la jefatura del Distrito Federal.
Salinas y Camacho, cautelosa y hábilmente han venido operando para llegar como las alternativas fuertes en la contienda presidencial del próximo año.

La esperada revancha

Peña Nieto alcanzó hace meses la mejor popularidad de todos los aspirantes a convertirse en el próximo mandatario de México. Su equipo de campaña, alimentado por Salinas, enfrenta el reto de preservar la imagen de Peña, evitando la división del PRI con aspirantes frustrados y dispuestos a cambiar de partido.
Ebrard ya es el segundo en popularidad. Guiado por Camacho, tiene un camino más complicado para colocarse con posibilidades reales de ganar la contienda presidencial aunque los pasos que ya ha dado, al impulsar alianzas ganadoras con el Partido Acción Nacional (PAN) en Oaxaca, Puebla, Guerrero y Baja California Sur han abierto la posibilidad para aspirar al triunfo como candidato aliancista entre el PRD y otros partidos de izquierda y el PAN, ante la cada vez más escasa posibilidad de que surja un panista fuerte y la aparente inclinación del presidente Felipe Calderón por pactar la unión entre su partido y los perredistas para evitar el triunfo del PRI. El otro escollo es anular la posibilidad de que López Obrador mantenga su fortaleza para repetir en la contienda de 2012. En este aspecto, la licencia solicitada este fin de semana a su afiliación al PRD les puede ser de ayuda si logran que muchos de sus seguidores respalden finalmente a Ebrard.
Camacho y Salinas tienen una coyuntura próxima y casi definitiva en las elecciones al gobierno del Estado de México de julio próximo. En unos días más el PRI tendrá que elegir a su candidato para la contienda, con el riesgo de que se equivoque y el PRD y el PAN aprovechen el error para fortalecer una opción en alianza.
Sin embargo, los mayores retos para Salinas y Camacho son otros: afianzar estructuras territoriales fuertes en todo el país para asegurar un flujo fuerte de votos para sus asesorados y, al mismo tiempo, mantener la popularidad de Ebrard y Peña Nieto porque un amplio sector de los votantes, de 20 a 30%, resolverán su voto en función de la imagen consistente y convincente de cada candidato. Parece claro que en 2012 será amplio el sentimiento de que se votará no por partidos, sino por la popularidad que mantengan los candidatos fuertes.
Para ganarle a otro en su rivalidad política, en los siguientes 17 meses Carlos Salinas y Manuel Camacho tendrán qué redoblar la intensidad de su trabajo. Tendrán una esperada revancha a su ya vieja rivalidad.

México seguirá con las alas caídas

• EMPEQUEÑECIDA, MEXICANA DE AVIACIÓN ES ENTREGADA HOY A SUS NUEVOS DUEÑOS
• PIERDEN EL PAÍS, EN PRESENCIA AÉREA, Y LOS BOLSILLOS DE LOS VIAJEROS

Hace cinco años, los mexicanos contemplaban con incredulidad y satisfacción una creciente competencia de las aerolíneas en el país que ofrecía una diversidad de alternativas y precios cada vez más bajos. No fueron pocos los que, ante este panorama, se subieron por primera vez en un avión.
La crisis económica internacional, pero sobre todo la incompetencia de varios de los empresarios nacionales, acabaron con ese bondadoso panorama para los consumidores. La salida del aire en un periodo corto de Aerocalifornia, Alma de México o Aviacsa se vio coronada por la de Mexicana de Aviación (http://bit.ly/9oJfoq), luego de una desastrosa administración del empresario hotelero Gastón Azcárraga.
Hoy los precios de vuelos nacionales e internacionales se han encarecido más de 20% en unos meses, en contra del interés de los consumidores.
En este contexto, hoy se entrega el control de los restos de Mexicana de Aviación a PC Capital, que ha anunciado la creación de la controladora PC Aviación. Detrás de esta operación empresarial están hombres de negocios nacionales y extranjeros: los mexiquenses Alejo Peralta Terán –sobrino de Carlos Peralta Quintero, quien tuvo una gestión nefasta y efímera con la aerolínea Alma de México— y Alejandro Monroy, acompañados por los españoles Ramón Vila y Rubén Vila Garcíasordo y el brasileño-colombiano nacido en Bolivia Germán Efromovich. De todos, será Efromovich quien aportará el expertise aéreo, adquirido con el control de la colombiana Avianca, la centroamericana Taca y su participación en la mexicana Volaris.
¿Qué se puede esperar de esta decisión? El objetivo de los nuevos socios de Mexicana es convertir a la empresa en una “aerolínea internacional de bajo costo”, operando menos de un tercio de la flota y las rutas que ya tenía la empresa. No contemplan una gran inyección económica, sino un comienzo apresurado y modesto que no asegura la recuperación para las aerolíneas nacionales del segmento que hasta hace tres años tenía en la oferta de vuelos desde México o hacia México.
¿Qué hay detrás de la impericia empresarial, desastrosa para las aerolíneas nacionales? La carencia de un plan estratégico gubernamental que asegure una correcta supervisión por interés público. Desde el sexenio de Ernesto Zedillo, los últimos tres gobiernos federales han fomentado el surgimiento caótico de aerolíneas sin contar con una visión nacional de largo plazo. Y por lo que puede anticiparse, no la habrá en los 21 meses restantes de la administración del presidente Felipe Calderón.
México seguirá de alas caídas en el transporte aéreo, y los viajeros tendrán que seguir pagando las consecuencias de una mala gestión del sector.